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Si eres propietario de una Sociedad Limitada (SL) y estás pensando en jubilarte, es importante que tengas en cuenta que la empresa puede seguir existiendo sin ti. Aquí te presentamos algunas opciones que puedes considerar.

Qué hago con mi empresa cuando me retire

Pues hay varias opciones:

 

  • Vender la empresa: Si no tienes sucesores interesados en continuar con la empresa, puedes considerar la opción de venderla. Esto te permitirá obtener un beneficio económico por la venta y dejar que otros se hagan cargo del negocio.
  • Traspasar la empresa: Si tienes empleados en la empresa y quieres asegurarte de que se mantengan sus puestos de trabajo, puedes considerar la opción de traspasar la empresa a uno de ellos. De esta manera, los empleados podrán continuar trabajando en la empresa y tú podrás retirarte con la tranquilidad de que has asegurado su futuro laboral.
  • Liquidar la empresa: Si no hay interesados en comprar o traspasar la empresa y quieres cerrarla definitivamente, deberás liquidarla. Esto implica cancelar todas las obligaciones de la empresa, liquidar el patrimonio y disolver la sociedad.
  • Nombrar un sucesor: Si tienes hijos o familiares interesados en continuar con la empresa, puedes nombrar a uno de ellos como sucesor. De esta manera, podrás asegurarte de que la empresa continúe en manos de alguien de confianza.

En cualquier caso, es importante que consultes con un asesor financiero o un abogado especializado en derecho empresarial para determinar cuál es la mejor opción para ti y asegurarte de que cumples con todos los requisitos legales y fiscales. La jubilación no significa necesariamente el fin de la empresa, pero es importante planificar con anticipación para asegurarte de que la empresa continúe funcionando de manera exitosa sin ti.